Día 6 de Cuarentena. Festivo en Galicia. Día del Padre.
Me levanto con mi amada. Algunas cosas ya no son como antes de esta situación. Estrés, muchas historias en la cabeza, ¿cómo será mi futuro inmediato?. Toca ponerse manos a la obra y tratar de mejorarlas. Mucho entrenamiento y ganas de hacerlo bien.
Es lo mejor que me ha pasado en la vida y tengo que hacer lo posible para que esta relación sea la definitiva.
Desayunamos juntos. Lo hacemos todo juntos. Trabajo en equipo y colaboración. Cariño, pasión, complicidad y muchísimo amor.
Hablo con mi hija. Mi otra pasión está a menos de 1km pero no la puedo ver. Es lo que he decidido y así tengo que cumplirlo. Casi 30min al teléfono demuestran que las distancias también pueden mantener ciertas relaciones. Con mi hija, no me queda otra.
Felicitaciones contenidas con los amigos y la familia. Es el Día del PadreDía del Padre pero un día del Padre que todos recordaremos como algo extraordinario que nos ha tocado vivir.
Ni los más viejos del lugar recuerdan una situación como ésta.
Entre limpiar la casa, recoger el desayuno, charlar un rato, colgar la ropa, hacer la cama y ducharse, ya estamos preparando la comida. Somos 4 aunque a veces no lo parezca.
El tiempo pasa y ya llevamos 6 días de cuarentena.
Ya están pensando en ampliarla y yo me pregunto ¿qué será de nosotros si esta situación sigue creciendo?
Mañana es viernes.
Los viernes me los tomaba como un día de trabajo a media jornada y una tarde de desconexión haciendo deporte o disfrutando en algún remoto lugar. Mañana no podrá ser. Toca seguir de cuarentena.
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