Últimamente está muy de moda el posicionamiento SEO. Las empresas se desesperan por aparecer las primeras en los motores de búsqueda y en la primera página de Google. Es fundamental, en los tiempos en que vivimos, estar en la primera página de Google, según las palabras clave que elijamos.
Pero ¿quién dijo que fuera fácil, sin pagar? Cuando le comentas al cliente la posibilidad de gastarse pasta en posicionamiento y generar palabras clave interesantes para posicionarse, te dice que no puede pagar. Si claro, queremos estar de primeros sin pagar. ¡Pues va a ser difícil, amijiño!
Cuando le comentas la posibilidad de hacer SEO, te dice que no genera tanta información interesante. Pues macho, o pagas o te diferencias, sino estás jodido.
Palabras y términos que nadie entiende pero que cada vez se escuchan más. Y una de las que más he oído hablar últimamente es el linkbuilding. Venga, nos posicionaremos como palabra clave en linkbuilding pero sin pagar, eh.
El Link Building o linkbuilding según se elija, básicamente es tratar de aumentar la autoridad de una página lo máximo posible, mediante la generación de links hacia ella. Es decir, tratar de conseguir que otras páginas web enlacen a la página en cuestión. Para ello tenemos que trabajar algunas técnicas.
La primera y más importante es seleccionar directorios de temáticas parecidas y que tengan buen posicionamiento, con esto no estoy pensando en páginas amarillas e infojobs. Esos son directorios en los que hay que pagar por estar y basados en otras temáticas. Si bien, es verdad, que páginas amarillas posiciona genial. La base está en buscar directorios que hablen de nuestra temática. Enriqueciéndolos a ellos con nuestro contenido, ellos nos ayudarán a ser más importantes.
Para mi, la mejor forma de hacer linkbuilding es generar contenido de calidad, creando páginas de producto impactantes y originales, generando imágenes y vídeos con la posibilidad de compartir de forma embedida y manteniendo un enlace hacia tu sitio web, estudiar a tu competencia y ver como lo hace.
En definitiva, hay que trabajar mucho el contenido que queremos ofrecer, para que el tío Google nos coja cariño. Es un cliente más y por eso tenemos que tratarlo como se merece.